Tu empleo (o falta de)… ¿puede matarte?
En 1998 Richard Sennett puso de manifiesto -en su interesante libro “La Corrosión del Carácter”-, la íntima correlación entre la evolución de la personalidad y la ocupación laboral del individuo. Más recientemente Howard Friedman, en su conocido estudio The Longevity Project, resalta que hay trabajos extremadamente estresantes y sin potencial de promoción, regentados por jefes despiadados que abusan de las personas, y que son un caldo de cultivo
singular para que los trabajadores traten de evadirse con drogas y alcohol. Todo ello es desde luego nocivo, y conduce en estos colectivos a un claro incremento del índice de mortalidad, en edades en que no parece justificarse. La conclusión es ahora, que hay patrones definidos entre lo que hacemos en nuestra vida laboral y la calidad y extensión de nuestras vidas.
Algunas cosas parecen claras:
- Las personas responsables viven más tiempo. Probablemente se cuidan más. Las personas persistentes y con una actitud positiva y que consiguen cosas en su vida laboral, es más factible que tengan una vida más larga y saludable.
- Retirarse a un paraíso tropical no es buena idea si se quieren vivir muchos años. La investigación sugiere que sin compromisos laborales uno puede morir antes.
- Quienes viven más tiempo tienen trabajos de cierta importancia y significación, y son especialmente productivos/as. Ponerse objetivos retadores parece ser un factor importante para vivir más años y en mejores condiciones.
- ¿Es que entonces nunca hay que jubilarse? Jubilarse es una buena idea… siempre que –al parecer- se tenga un plan de acción para mantenerse productivo en alguna otra área de la vida. Quizás se trate de iniciar una nueva carrera como voluntario, o de plantearse un retiro lleno de actividades y aficiones que te apasionen, en las que puedas aportar algo o conseguir resultados que te hagan sentirte realizado.
A muchas personas les parece que la edad de jubilarse les pilla tan lejos, que no creen que merezca la pena plantearse qué hacer, en esta particular estación de la vida –llena como todas de sorpresas y aventuras-. Habida cuenta de lo rápido que pasa el tiempo, ir visualizando como afrontarla puede obrar milagros en nuestra salud y longevidad.
¿Qué piensas hacer cuando llegue tu momento de jubilarte?
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