¿Has encontrado ya tu pasión? 7 formas de hacerlo
Muchas personas todavía piensan que encontrar su pasión, es encontrar la pareja ideal… sin caer en la cuenta de que si ha de ser ‘ideal’… no existe más que en el mundo de las ideas. Es verdad que un encuentro entre dos personas puede resultar apasionante. Pero mantener esta pasión es un arte en el que cuesta sobresalir. Es más: a juzgar por lo que ocurre a nuestro alrededor, parece que en nuestra cultura cada vez se dan menos las condiciones necesarias, para que la pasión en la pareja se mantenga toda una vida.
En cambio hay otra pasión; una pasión duradera y que nunca muere… y que crece y crece con el tiempo… Es la pasión de hacer aquello para lo que uno ha nacido. El ejercicio de los propios talentos en una actividad en la que obtenemos buenos resultados sin un esfuerzo desmesurado, genera esta clase de pasión que no caduca. Porque si hago algo que me sale bien, porque tengo lo que hace falta para hacerlo bien, esa actividad me apasionará… y me apetecerá llevarla a cabo una vez, y otra, y otra, y otra… Y como resultado, con el tiempo seré aun más competente en ella, y me apasionará cada vez más…
Y sin embargo, ayudamos poco o nada a los niños y jóvenes a descubrir esta pasión… Y así, de mayores damos prioridad a “tener un trabajo” (no importa cual)… con la finalidad de “pagar la hipoteca” (no sabemos muy bien porqué…)… Y de este modo transcurre nuestra vida, dedicada a actividades que tienen que ver poco o nada con nuestra verdadera pasión, con nuestros verdaderos talentos naturales, ese particular paquete de talentos que nos hace únicos… No es raro que la mitad de la población no tenga ganas de ir a trabajar. ¿A quien le gusta dedicar su tiempo a tareas que no le apasionan?
Proponemos 7 formas sencillas, de saber cuál es nuestra pasión –si es que no la sabemos ya-… Otro día hablaremos de cómo “vivir” esta pasión. Porque una cosa es saber lo que me gustaría hacer… y otra cosa es hacerlo. Hablemos ahora de cómo averiguar lo primero:
1. Relájate en un lugar agradable, solitario y tranquilo, y luego, viaja al fondo de tu corazón. Pregúntate: ¿si no tuviera ningún miedo a fracasar, y me lo pudiera permitir económicamente, qué es lo que más me gustaría hacer? ¿de qué forma me dice “mi corazón” que puedo contribuir más y mejor en el planeta Tierra? ¿qué aportaciones haría yo al mundo? Se trata de escuchar al corazón, de averiguar lo que “lo mueve”, porque mi corazón sabe mejor que mi mente lo que más me conviene.
2. Lista en un papel, los campos de actividad en que has estado inmerso a lo largo de tu vida (niñez, juventud, quizás madurez…). Deportes, estudios, viajes, trabajos, empleos, hobbies,…. Y ahora trata de determinar, donde te sentías mejor. Donde eras más efectivo. Donde conseguiste mejores resultados…. Qué te apasionó y porqué…
Felix Baumgartner (Foto: Reuters)
3. Una prueba decisiva de talento en una actividad es hacerlo bien las primeras veces. Si te apuntas a un curso de tenis sin haber jugado nunca antes, pero sin embargo los viejos del lugar te dicen: “¿Tú ya has jugado antes a tenis, verdad?”… esta es una prueba de talento difícilmente refutable… Y es muy probable que a partir de este momento, el tenis se convierta en tu deporte preferido.
4. La mayor parte de nosotros tenemos algunos miedos irracionales. Identifica tus miedos y gestiónalos. Nuestros miedos son respuestas a acontecimientos que ya no existen. Si lo piensas, verás que la amenaza real que atenaza tu voluntad no está presente… más que en nuestras cabezas. Eleanor Roosvelt dijo: “Para perder el miedo, haz aquello que temes hacer”.
5. Se ha dicho muchas veces pero no es por ello menos cierto, que el mayor obstáculo entre nuestra situación actual y aquella en la que nos gustaría estar, somos nosotros mismos. Nuestro método predilecto para ‘no hacer’ es ponerse excusas. Una excusa es una ‘razón’ que nos damos a nosotros mismos para no hacer algo. Puestos a darnos razones -es gratis- tratemos mejor de listar respuestas a esta pregunta: ¿porqué ‘SI HACER’, lo que de verdad me gustaría hacer?. Verás que cuando estés lleno de poderosas razones para hacer lo que de verdad te gustaría hacer, tu voluntad será imparable.
6. Ross Perot dijo: “Nunca, nunca, nunca… te des por vencido”. Los logros un poco significativos nunca llegan a la primera ni por casualidad. Hay muchos fracasos, obstáculos, adversidades y pruebas que vencer. Pero todo esto qué es, ante una persistencia y determinación a toda prueba… Cada obstáculo, cada fracaso, cada adversidad, cada prueba… es una oportunidad de aprender. Y tampoco hace falta vencerlo todo a la vez. Empieza por un paso pequeño, y no dejes de caminar. Sin prisa pero sin pausa… irás avanzando… Habrá subidas y bajadas; pero lo importante es no dejar de caminar.
7. Haz una elección. Llega a una conclusión. No dejes que tu búsqueda se quede en lo etéreo… o con un resultado ambiguo… Seguramente descubrirás que no tienes una única pasión… porque no tienes un solo talento sino varios… Pero seguramente tus fortalezas serán dos, ó tres, quizás no más de cuatro… Tener claro que es lo que de verdad te apasiona, es el primer paso para vivir la vida que siempre soñaste y no te atreviste a llevar. La vida es demasiado corta para ser mezquina… La tenemos para hacer cosas que nos aporten satisfacciones a nosotros mismos y a los demás. Es una pena perderla en miedos y excusas estériles…
Seguramente hay más cosas que pueden hacerse para conocer nuestra ‘pasión’. Leeremos con interés cualquier comentario que nos hagas, y que permita enriquecer y ampliar estos siete puntos.
Image credit: dudass / 123RF Foto de archivo
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