¿Quieres tener trabajo? Aprende a ser proactivo: cómo hacerlo en 5 pasos.
Conseguir lo que uno quiere no es cuestión de suerte… sino de ser proactivo. La proactividad es la habilidad de centrarse en aquello que uno puede hacer para conseguir lo que quiere… en lugar de centrarse en lo que los demás deberían hacer para conseguir lo que “yo” quiero… Puesto que los demás van a hacer lo que les apetezca la mayor parte de las veces, en lugar de lo que yo quiero que hagan, es obvia la ventaja de ser proactivo si quiero conseguir algo concreto (i.e. trabajo).
Es verdad que la tecnología, igual que lo hizo antaño la revolución industrial, está generando mucha pobreza en el mundo. Para el ciudadano medio, pasar de dedicarse a la agricultura a las fábricas, significó un gran reajuste personal… Igual que ahora lo es dejar de hacer trabajos repetitivos para sumirse en tareas que implican “pensar”… Pero quienes se adapten más rápidamente a este nuevo contexto, antes encontrarán trabajo. Y para hacerlo, se necesita ser proactivo.
¿Soy proactivo? Cada uno debería analizarse y meditar hasta que punto lo es, para hacerse consciente de donde se halla en el continuum que va del “nada proactivo” al “muy proactivo”. He aquí cuatro preguntas clave para situarse:
“¿Conozco mis tendencias naturales (soy más o menos emocionalmente estable, extrovertido, abierto a nuevas ideas, sociable, o responsable…)? ¿Conozco mis maneras preferentes de actuar (orientado a resultados, o a ideas, o a personas, o a seguir unas pautas…)? ¿Sé en qué estadio me muevo en habilidades personales y profesionales (de autogestión y gestión de personas)? O sea: ¿Me conozco a mi mismo en un grado aceptable?”
“¿Sé con exactitud qué es lo que realmente yo, valoro en la vida?”
“¿Me siento bastante responsable de cómo es mi vida hoy…? …o… ¿tiendo a pensar que lo que soy y hago hoy, es debido a los demás y a las circunstancias?”
“¿Trato de buscar soluciones imaginativas, creativas, innovadoras… a los problemas y dificultades que me gustaría resolver o superar?”
Si después de mirarte al espejo en el que te ponen estas preguntas te sientes poco proactivo, hay solución. Te la presento abreviada en 5 puntos a continuación:
- Martin Seligman descubrió que aquellas personas que están durante mucho tiempo ante una situación problemática a la que tratan de encontrar remedio sin conseguirlo, se vuelven pasivas. Asimismo, en su investigación concluyó que la mejor manera de evitar que esta pasividad se convierta en hábito, es dejar de pensar que los eventos negativos o fallos que hay en tu vida, se deben a algún defecto específico de tu persona. Esto es más fácil de decir que de hacer. Pero puedes ensayar el siguiente método: lista los eventos negativos o fallos de tu vida que crees que se deben a defectos propios… y a continuación trata de pensar en explicaciones alternativas. Este ejercicio te hará sentir más proactivo… Te parecerá que estás aumentando el “control”.
- Lleva a cabo “conductas” proactivas en tiempos de adversidad. Frente a un problema (i.e. conseguir trabajo), haz una lista de cosas que podrías hacer para mejorar la situación. Si te cuesta generar ideas, pide a alguien de tu confianza que te ayude. Lleva a cabo esta tarea sin agobiarte… sin apremios… sin prisa pero sin pausa…. Una vez tengas una lista lo bastante larga, escoge aquellas cosas que más te apetece hacer. A continuación trata de hacer alguna… y enseguida recompénsate por haberla completado –independientemente de si el resultado ha sido positivo no… Fomenta en ti mismo la acción, premiando la actividad antes que el logro.
- Ponte objetivos personales y/o profesionales. Una buena manera de interiorizar que puedes tener un impacto positivo en tu vida, es ponerte objetivos y trabajar para conseguirlos. Identifica los pasos que tienes que dar para conseguir tu objetivo, y anótalos en un papel. Cuando hayas completado un paso, táchalo de la lista. De esta forma te incentivarás viendo el progreso que estás haciendo hacia tu objetivo.Cualquier contratiempo es bueno para ser tratado de esta manera. Inicialmente, ponte objetivos que te resulten atractivos y que estimes realizables… A medida que constates las satisfacciones inherentes a fijarse y conseguir objetivos, verás que te pondrás metas cada vez más ambiciosas… A ti el decidir cuáles han de ser estos retos.
- Trata de ayudar a otras personas. Si no se te ocurre como hacerlo, inscríbete en un voluntariado, en una ONG (Organización No Gubernamental) que tenga un proyecto de ayuda al prójimo sin ánimo de lucro. Ayudar a otros es hacer algo para mejorar el mundo, y esto te hará sentir vivo y dichoso… Pues solo pueden ser generosos quienes tienen algo que dar. Ayudar a otros aumenta tu autoestima y te hace sentir más estrechamente conectado con el mundo.
- No des vía libre a tus pensamientos negativos: cuestiónalos. Los pensamientos negativos sabotean tus iniciativas y tu motivación porque alientan la desesperanza y la impotencia. Una nueva situación puede ser vista como una nueva e interesante experiencia de aprendizaje… o como una nueva ocasión de frustración…Cuidado con el uso de palabras como “siempre”, “nunca”, “todo el mundo” o “nadie”… al referirte a un hecho o acontecimiento… Son demasiado radicales y por tanto describen la realidad de manera incompleta y sesgada… habitualmente en negativo… Por ejemplo, si una empresa te acaba de contratar, pensar “Nunca me entenderé con los jefes. Todo el mundo siempre lo consigue pero yo no”… no solamente no te va a ayudar en tu nuevo empleo sino que además no es verdad… Cuestiónatelo, y trata de reformular estas ideas con frases como:
“Toma tiempo entenderse con el jefe”
“Probablemente, no todo el mundo consigue entenderse con el jefe”
“En cierta ocasión, logré conectar con una persona de difícil trato”
“Aun no conozco al jefe, pero estoy dispuesto a aceptarlo tal cual es”
¿Crees que estas cinco pautas llevadas a cabo de manera regular, pueden ayudarte a tener trabajo?
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