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7 creencias de la gente muy exitosa en los negocios

Las creencias, este conjunto de convicciones que cada uno va generando a lo largo de su vida, son, al decir de muchos expertos, la causa principal de nuestros aciertos y desaciertos. Finalmente, el pensamiento es lo que precede y da dirección a la acción… Veamos a continuación lo que piensan los que triunfan, -es decir, las creencias que sustentan sus actuaciones-, y porque les funciona para obtener lo que quieren.

1. Si algo falla es culpa mía. La actitud más extendida ante el resultado de nuestras actuaciones, es “soy autor de mis éxitos… y víctima de los fracasos”… Asumir toda la responsabilidad de lo que consigo me permite seguir probando –es decir, actuando contra viento y marea-, y aprender de lo que no ha salido bien… El éxito se basa en la acción, filtrada por el cedazo de la experiencia consciente.

2. El responsable de la clase de personas con las que trabajo soy yo. Por tanto no me quejo de mis clientes, colaboradores o colegas. Si alguno no se conduce de acuerdo a lo que yo esperaba, siempre puedo sustituirlo por otro.


3. Valoro lo que hago hoy, es decir en función de mi contribución diaria. Mis “derechos” no los adquiero en función de mis logros del pasado, sino de los frutos de mi trabajo de hoy. “Ganar tiempo” solo tiene una finalidad: hacer más.

4. El “logro” es más importante que la dedicación. Lo que consigo es más importante que los años que he dedicado a lo que hago. Lo que cuenta es: ¿qué cosas concretas he hecho? ¿cuáles son mis logros específicos de ayer y de hoy?

5. Si me pagan bien, no hay más que hablar. Haré lo necesario, a cambio de que se me pague un precio razonable, siempre que mis actuaciones no vayan contra mis valores (i.e. la ética, la legalidad o la moral).

6. Quien paga manda. En lugar de quejarme, trataré de alinearme con quien me paga. Sus emociones, intereses, requisitos y necesidades, será lo que guiará mis pasos.

7. Haré más de lo que se espera de mí. Como nadie lo hace, destacaré a leguas; seguramente, esta es la raíz principal del éxito de verdad: la constante superación de las expectativas del cliente.



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